Creencias Heredadas en la Crianza: Cómo Moldean Nuestra Procrastinación y Limitaciones

Desde la infancia, absorbemos creencias que influyen en nuestra forma de actuar en la adultez. Muchas de nuestras inseguridades, procrastinación y bloqueos mentales provienen de patrones heredados en la crianza. En este artículo exploramos cómo estas creencias limitantes afectan nuestra vida, por qué generan disonancia cognitiva y procrastinación, y cómo podemos liberarnos de ellas para alcanzar nuestro verdadero potencial.

Marina Garay

3/6/20254 min read

Creencias Heredadas en la Crianza: El Origen de Nuestras Limitaciones y Procrastinación

Introducción

Desde la infancia, absorbemos creencias y patrones de pensamiento que guían nuestras decisiones y acciones en la vida adulta. Muchas de estas creencias provienen de nuestra crianza y entorno familiar, influyendo en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, enfrentamos los desafíos y gestionamos el tiempo. Sin darnos cuenta, arrastramos estas ideas a lo largo de los años, y algunas de ellas pueden convertirse en creencias limitantes, generando procrastinación, auto-sabotaje y disonancia cognitiva.

En este artículo exploraremos cómo las creencias heredadas moldean nuestras acciones diarias, cómo nos afectan en la toma de decisiones y qué podemos hacer para romper con esos patrones que nos impiden avanzar.

1. ¿Qué Son las Creencias Limitantes y Cómo se Forman?

Las creencias limitantes son pensamientos profundamente arraigados que restringen nuestro potencial. Son percepciones subjetivas que hemos adoptado como verdades absolutas, aunque en realidad sean solo interpretaciones de la realidad.

Estas creencias se desarrollan principalmente durante la infancia y adolescencia, cuando estamos más influenciables por nuestro entorno inmediato, especialmente nuestra familia. Nuestros padres, cuidadores y figuras de autoridad moldean nuestro concepto del mundo a través de sus palabras, actitudes y comportamientos.

Algunas de las creencias limitantes más comunes incluyen:

  • "No soy lo suficientemente bueno"

  • "El éxito es solo para los que tienen suerte"

  • "No puedo confiar en los demás"

  • "Si me equivoco, fracasaré y seré juzgado"

  • "No tengo suficiente talento o habilidades para lograr mis metas"

Estas creencias se almacenan en el subconsciente y, sin darnos cuenta, rigen la forma en que nos comportamos en la adultez.

2. La Crianza y el Origen de la Procrastinación

La procrastinación, o el hábito de posponer tareas importantes, muchas veces no es un simple problema de organización o falta de disciplina, sino el reflejo de creencias adquiridas en la infancia. Estas creencias pueden provenir de mensajes implícitos o explícitos que recibimos de nuestros padres o figuras de autoridad.

Algunas formas en las que la crianza influye en la procrastinación incluyen:

2.1. Perfeccionismo impuesto

Si crecimos en un entorno donde se nos exigía hacer todo "perfecto" o donde los errores no eran tolerados, podemos desarrollar miedo al fracaso. Este miedo nos lleva a evitar iniciar proyectos o posponer decisiones importantes por temor a no hacerlas bien.

🔹 Creencia heredada: "Si no lo hago perfecto, mejor no lo hago"
🔹 Resultado: Postergamos tareas por miedo a no cumplir con expectativas imposibles.

2.2. Miedo al juicio externo

Si en la infancia fuimos juzgados o castigados por equivocarnos, podemos desarrollar una aversión a exponernos a la evaluación de los demás. Esto se traduce en la procrastinación como un mecanismo de protección ante el miedo al juicio.

🔹 Creencia heredada: "Si fracaso, seré ridiculizado"
🔹 Resultado: Evitamos tareas que impliquen exposición o evaluación externa.

2.3. Asociación del esfuerzo con el agotamiento

Algunas personas crecieron en entornos donde el trabajo duro se veía como algo sufrido y agotador. Si nuestros padres nos transmitieron que el éxito solo se alcanza con sacrificio extremo, podemos asociar el esfuerzo con el agotamiento y terminar postergando las tareas por la sensación de que nos "robarán" demasiada energía.

🔹 Creencia heredada: "Trabajar es sufrir"
🔹 Resultado: Evitamos tareas porque las vemos como una carga en lugar de un desafío positivo.

3. La Disonancia Cognitiva: Cuando Nuestra Mente se Contradice

La disonancia cognitiva ocurre cuando nuestras acciones y nuestras creencias entran en conflicto, generando incomodidad mental. En términos simples, se da cuando queremos hacer algo, pero nuestras creencias limitantes nos lo impiden.

Ejemplo: 👉 Una persona quiere emprender un negocio, pero ha crecido con la idea de que "el dinero corrompe". Su mente entra en conflicto y esto puede llevarla a autosabotearse, evitando tomar decisiones clave para avanzar en su proyecto.

Este choque de creencias genera ansiedad, estrés e incluso parálisis en la toma de decisiones.

Algunas formas en que la disonancia cognitiva afecta nuestras acciones:

  • Nos bloqueamos cuando intentamos hacer algo que va en contra de lo que aprendimos en la infancia.

  • Buscamos justificar nuestra inacción con excusas que nos hagan sentir menos culpables.

  • Evitamos situaciones que nos obliguen a confrontar nuestras creencias erróneas.

4. ¿Cómo Liberarnos de Creencias Heredadas?

Romper con patrones heredados no es fácil, pero es posible con trabajo consciente. Aquí algunas estrategias:

4.1. Identifica tus creencias limitantes

Haz una lista de frases o pensamientos recurrentes que aparecen cuando intentas hacer algo nuevo. Pregúntate:
✅ ¿De dónde viene esta creencia?
✅ ¿Quién me la enseñó?
✅ ¿Es realmente cierta?

4.2. Reemplaza las creencias limitantes por afirmaciones poderosas

Si identificas que creciste con la creencia de que "no soy lo suficientemente bueno", puedes empezar a repetir afirmaciones como:
"Soy capaz y merezco éxito en lo que me propongo."

4.3. Exponte a situaciones que desafíen tus creencias

Si tu mente te dice que “no eres bueno para hablar en público”, prueba hacerlo en pequeños entornos seguros hasta que tu cerebro entienda que no es una amenaza real.

4.4. Rodéate de nuevas influencias

Si tu crianza estuvo llena de mensajes limitantes, busca rodearte de personas que tengan una mentalidad más positiva y expansiva.

4.5. Terapia y Psicología Integrativa

Un enfoque de psicología integrativa permite trabajar en la raíz del problema, combinando distintas herramientas terapéuticas para sanar patrones adquiridos.

Conclusión

Nuestras creencias limitantes, procrastinación y disonancias cognitivas no son meros defectos personales, sino el resultado de mensajes heredados en nuestra crianza. Identificarlas es el primer paso para liberarnos de ellas y crear nuevas creencias que nos impulsen en lugar de frenarnos.

Sanar estos patrones es un camino que requiere conciencia y trabajo interno, pero el resultado es una vida con más confianza, claridad y libertad para tomar nuestras propias decisiones.